La felicidad se escribe con colores, no depende de las circunstancias de tu vida, sino del condicionamiento de tu mente. Mira a tu alrededor, verás personas que ante una misma situación, reaccionan de maneras totalmente diferentes.
La preocupación te ayuda a no cambiar. Mientras te pre-ocupas...no te ocupas. Alimentar tu preocupación con una solida argumentación es un sistema de retroalimentación neurótico. Y en muchas personas esto ocupa gran parte de sus horas diarias. ¿PARA QUÉ?
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