lunes, 7 de enero de 2013

Autocontrol.

El autocontrol es algo a lo que normalmente aspiramos, pero trabajandolo, nos damos cuenta que nos podemos equivocar fácilmente.

Aveces, suceden cosas que nos sacan de nuestras casillas autoasignadas y entonces, nos intentamos sujetar dentro de ellas para no "salir" y armar un desbarajuste, no agredir física o verbalmente a nadie. Eso no es autocontrol. Eso puede ser creer que uno tiene "unos derechos"a...defender, criticar, explicar, etc. O que uno no los tiene, entonces "sujetamos" los caballos y nos inhibimos, porque creemos que no "debemos" defender una parcela "x" (la que sea), porque con nuestro conocimiento, nuestra sabiduría, no nos podemos poner a la altura de esa persona o circunstancia que nos altera. Pues no, eso tampoco es autocontrol.

Lo importante es saber desde dónde nace esa necesidad de no controlar. Si viene desde el miedo (cualquier tipo de miedo, miedo a violentar, miedo a destapar, miedo a romper una situación que parece lo que no es, pero que nos asusta desvelarlo, etc), entonces, esa represión temerosa, ese autocontrol no es sano. Cuando vemos que es "injusto", o que no nos corresponde a nosotros hacerlo o decirlo, cuando nos damos por vencidos, decididamente...tampoco es autocontrol.

Para saber cuándo el autocontrol es sano y está hecho desde el lugar apropiado, tenemos que fijarnos que NO nos "molesta o cuesta".

Para terminar sólo decir que es como si hubiese un camino y pasase una vaca de repente. Si te planteas cómo es posible que al granjero de al lado se le haya olvidado cerrar la cerca y que menudo despite que te podía haber costado la vida y que eso no es justo y bla, bla, bla, y luego lo ves tranquilamente bebiendo unos vinitos de más y te inhibes de decirle lo que sea o se lo dices comedidamente, para no armar más bronca, porque se podría poner tensa la cosa. Pues que eso no es autocontrol. Tu has, mentalmente, tenido una serie de conversaciones y ahora "mientes" e intentas expresarte de manera civilizada. Pero seguramente cuando se vaya y tu se lo cuentes a otra persona, lo contarás de manera totalmente diferente.

El autocontrol nace del saber que uno puede hacer y decir cosas, confiar y tener voz para expresar lo que debe expresar. Y que no quiere controlar nada desde el miedo, si no desde la verdad.
La intención que subyace tras el autocontrol ES LA CLAVE!

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