miércoles, 22 de febrero de 2012

Una obligación, un camino.

Este orangutan estaba muriendo de pena, sin familia. Y sus cuidadores, pensaron para salvarlo que le tenían que dar una responsabilidad...Le dieron un perro para cuidar. El orangutan volvió a comer y recuperó las ganas de vivir. Nadó, cuidó, y paseó con el perro, eso le devolvió las ganas de vivir.

¿Cuántas veces una obligación nos ha creado un camino que jamás habríamos emprendido, a menos que la vida no nos dejara opción?

Bendita obligación. Bendita!

1 comentario:

  1. Es la necesidad de sentirte útil, empiezas haciendo algo por los demás y recibes tu recompensa, tu dosis de vida, algo por lo que luchar...es magnífico sentir que eres importante para alguien cuando no ves la importancia en tí...es un paso...empiezas a quererte queriendo...

    ResponderEliminar

¿Qué opinas?